El desafío mortal de los drones la robótica y las tecnologías de doble propósito; están a la vuelta de la esquina
Las influencias geopolíticas, principalmente las guerras entre Rusia y Ucrania, así como las tensiones y conflictos en Medio Oriente y la lucha contra organizaciones del crimen organizado y terroristas en México y en otras partes del planeta, están dictando las nuevas reglas del juego para el mercado global de la seguridad, defensa y la tecnología.
Recientemente; tuve el gusto, junto con Jesús Ramírez Stabros, piloto y exsecretario general de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA), de ser entrevistado por mi queridísimo Ulises Soriano, reportero de La Razón, para hablar sobre los drones utilizados por el crimen organizado en México, gracias a todo el equipo de La Razón por hacer posible la publicación de dicha entrevista titulada: “Incautan cada vez más drones; espían, trasiegan droga…” – La Razón de México.
Y es que la nueva batalla que se libra contra grupos narcoterroristas, los conflictos globales, los cambios de alianzas y las amenazas regionales, han convertido el campo de batalla en un acelerador de innovación, reformas y redespliegue en los seis dominios de la guerra que contemplan los campos en los que se desarrolla el conflicto militar moderno: tierra, mar, aire, espacio, ciberespacio y el cognitivo.
En ese sentido; el mercado de la seguridad, y en especial el de los vehículos aéreos no tripulados (UAV), los drones terrestres, acuáticos, la robótica y las tecnologías de doble propósito, están experimentando una aceleración sin precedentes.
En la publicación de septiembre de este año 2025 de la Revista Campo Marte mi queridísimo colega y compañero egresado del Perry Center for Hemispheric Defense Studies, Erick Jhonattan Saldaña Chávez, publico un artículo titulado Poder y Estrategia: La sombra del halcón, cuando la guerra remota vuela hacia nuestros cielos quien hace la reflexión sobre el conflicto en Ucrania donde la innovación bélica “…ha desvelado una verdad inquietante: no solo está redefiniendo las tácticas militares a nivel estatal, sino que, de manera involuntaria, se ha convertido en un campo de entrenamiento para el crimen organizado transnacional…” y añade que “… La premisa es alarmante: elementos de cárteles, lejos de cualquier idealismo, se han infiltrado en la Legión Internacional de Defensa Territorial de Ucrania con un objetivo pragmático y letal: dominar el arte de la guerra con drones FPV (vista en primera persona) y tácticas asimétricas. Esta adquisición de «conocimiento letal» amenaza con escalar la violencia en América Latina a niveles sin precedentes”.
También resulta muy importante analizar las reflexiones de mi queridísimo General de Brigada (Rva) Guardia Civil Don Juan Manuel Llenderrozas, publicadas recientemente en su Red Profesional Internacional de LinkedIn, en un artículo titulado “Más allá del caos: por qué VUCA y BANI ya no sirven en la era de la convergencia tecnológica”; en donde hace referencia que “…Los paradigmas VUCA (Volátil, Incierto (Uncertainty), Complejo y Ambiguo) y BANI (Frágil (Brittle), Ansioso, No lineal e Incomprensible han dominado el análisis estratégico durante décadas, ofreciendo marcos conceptuales para entender entornos complejos e inciertos. Sin embargo, la realidad contemporánea revela que estos modelos han quedado desfasados ante las transformaciones profundas que caracterizan nuestro mundo actual…” y afirma que “…El modelo VUCA, originado en el ámbito militar estadounidense tras la Guerra Fría, logró describir eficazmente los desafíos de un mundo globalizado e interconectado durante las décadas de 1990 y 2000. Su utilidad radicaba en proporcionar un lenguaje común para entender fenómenos como la fragmentación del poder geopolítico, las crisis financieras recurrentes y la aparición de actores no estatales. No obstante, la velocidad y profundidad de los cambios actuales han rebasado sus capacidades explicativas…” de igual manera señala como el “… paradigma BANI se propone como un nuevo modelo o teoría de pensamiento adaptada a la situación del cambio global, especialmente tras el año 2020. Por lo tanto, actualmente, BANI es el marco conceptual que se está adoptando para describir esta “era del caos”. La transición hacia BANI buscó corregir las limitaciones de VUCA, incorporando elementos como la fragilidad sistémica y la dimensión emocional-psicológica de la incertidumbre. El modelo BANI reconoce que los sistemas aparentemente sólidos pueden colapsar ante pequeñas perturbaciones, como se evidenció con la pandemia de COVID-19. Sin embargo, incluso BANI resulta insuficiente para capturar la complejidad de la era actual, caracterizada por la convergencia de múltiples revoluciones tecnológicas simultáneas…”.
Coincido plenamente con mi queridísimo General Llenderrozas en que la seguridad nacional debe reconceptualizarse para incluir la protección de la infraestructura cognitiva de las sociedades, porque tal cual lo señala, esto, abarca no solo la defensa contra desinformación y manipulación, sino el desarrollo de resiliencia cognitiva colectiva que permita a las sociedades navegar entornos de información complejos y potencialmente manipulados.
Por otra parte; es claro que los drones ya representan una amenaza significativa, porque son utilizados por organizaciones terroristas y grupos del crimen organizado para vigilancia, contrabando y ataques.
Este desafío transnacional crece debido al rápido avance de la tecnología de drones comerciales, lo que la hace más accesible a actores no estatales; en respuesta, organizaciones como el Overseas Security Advisory Council ( OSAC), colaboran con socios internacionales para compartir información, desarrollar estrategias antidrones y prevenir el uso de estos sistemas como arma por parte de actores maliciosos.
Pero a pesar de este consenso; a nivel global, se ha prestado menos atención a cómo se desarrollan las amenazas específicas de los drones y a qué tipos de amenazas se pueden mitigar, de hecho, no hace poco, una parte considerable de la literatura sobre el uso terrorista de drones se centraba en escenarios especulativos, sin embargo hechos como los ocurridos recientemente en varios escenarios globales, nos advierten de que los ataques con drones ya eran una cuestión de cuándo y no de si fuese posible.
En los cinco continentes donde las fuerzas armadas que se oponen a grupos no estatales y que se han enfrentado a la amenaza de los ataques con drones; describen la gravedad del problema, verbigracia, el uso generalizado de drones por parte de Hamás durante los ataques del 7 de octubre de 2023 en Israel para atacar torres de observación y facilitar sus incursiones armadas, además, de los persistentes ataques a la navegación por parte de las fuerzas hutíes, así como el uso de drones comerciales por ambos lados del conflicto tras la invasión rusa de Ucrania y en América Latina que también tiene un problema con los drones utilizados por el crimen organizado y grupos terroristas, como el ocurrido en marzo de 2025, cuando un soldado colombiano murió en el Catatumbo en un ataque con un vehículo aéreo no tripulado (UAV) armado, lanzado por el grupo terrorista Ejército de Liberación Nacional (ELN).
En América Latina; en los más recientes meses, en importantes operaciones de combate, han matado a más de 80 personas en la región y desplazado al menos a 50,000, simplemente en el mes de mayo también del presente año, el General mexicano Jorge Alejandro Gutiérrez estuvo a punto de morir en un ataque con aviones no tripulados en Chihuahua, México, cuando el convoy en el que viajaba fue atacado por un vehículo aéreo no tripulado que tenía como objetivo el vehículo específico en el que viajaba.
El año pasado; en septiembre de 2024, un dron que transportaba 40 libras de explosivos fue enviado contra la prisión de máxima seguridad de La Roca, en Ecuador, cerca de Guayaquil, dañando significativamente el techo cuando explotó, en un aparente intento de sacar a los prisioneros de las instalaciones.
De igua forma; durante la cumbre de líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) de noviembre de 2024 en Lima, Perú, que reunió a jefes de Estado y otros líderes de 21 Estados, incluido el presidente de China, Xi Jinping, las autoridades peruanas neutralizaron 35 posibles amenazas de drones.
La guerra en Ucrania impulsó un cambio radical en la guerra de drones a través de la innovación en el campo de batalla, mostrando al mundo (incluidos los actores criminales) lo que es posible, al mismo tiempo, expandiendo significativamente el mercado de drones, desde vehículos aéreos no tripulados comerciales cada vez más sofisticados fabricados por fabricantes chinos como DJI, que podrían adaptarse fácilmente para usos militares, hasta vehículos hechos a medida que podrían ensamblarse a partir de componentes, hasta sistemas más grandes y capaces diseñados para fines militares, fabricados por estados como Turquía, Irán, Rusia, China, Israel, la Unión Europea y Estados Unidos, entre otros.
México, es el País con más ataques de Drones en el mundo, por encima de Rusia y Ucrania, lugares como Chiapas, Tamaulipas, Sinaloa, Zacatecas, Guanajuato, Michoacán y Guerrero se han convertido en puntos calientes para el uso de la guerra de drones por parte de los cárteles, que por cierto, han designados por el gobierno de Estados Unidos en febrero de 2025 como organizaciones terroristas.
La información de inteligencia nos alerta sobre como la delincuencia organizada ha tomado actitudes de insurgencia para combatir al Estado y a sus grupos rivales, usando a la población como base social para formar estados paralelos como en Sinaloa, Michoacán, Guerrero, Guanajuato, Chiapas, Estado de México, Jalisco, Tamaulipas y Zacatecas, por lo que la Cámara de Diputados aprobó una reforma para sancionar hasta con 53 años de prisión a quien use con fines delictivos estos artefactos.
Si bien es cierto que las tecnologías de drones comerciales son atractivas para los grupos no estatales violentos debido a su facilidad de adquisición y uso, los grupos terroristas difieren significativamente en cómo establecen sus programas de drones.
En otras palabras, existe una variación considerable en la competencia táctica, técnica y operativa, así como en la capacidad de innovación de los grupos no estatales que emplean drones.
Lo cierto es que todos estos hechos son una nueva indicación de que el uso de drones por parte de grupos terroristas se ha vuelto cada vez más sofisticado y muestra cómo la innovación táctica les permite atacar posiciones fortificadas.
Este uso innovador de drones puede atribuirse a un entorno propicio para la experimentación y el aprendizaje por parte de múltiples grupos que los utilizan, donde nuevas tácticas, estrategias y enfoques se comparten y repiten rápidamente.
Esto, a su vez, presenta un mayor riesgo para las fuerzas armadas y las agencias encargadas de hacer cumplir la ley y que operan en la región, riesgo que persistirá mientras persistan estos factores ambientales.
Los ataques con drones son ciertamente difíciles de detener, y estas dificultades surgen de diversas fuentes. Algunos ataques buscan saturar las defensas aéreas mediante el número de aviones; otros, pueden usar ángulos de ataque inesperados para intentar evadir las defensas aéreas. Sin embargo, lo que se ha demostrado en diversos ataques, es la probabilidad de que los drones ofensivos pueda penetrar las defensas con enjambres, es decir aumentar el gran volumen de ataques, donde la dinámica central reside en la innovación de grupos no estatales en el uso de drones con ataques de tipo piloto a objetivo, que no son nuevos, pero hacerlo como enjambres es la forma en que varios drones cargado de explosivos puedan evadir las sofisticadas defensas aéreas a pesar de que otros no puedan lograr su objetivo.
Una estrategia novedosa; también es la que funcionarios estadounidenses han descubierto, la cual reside en que los atacantes, pueden estar volado deliberadamente sus drones cerca de un dron estadounidense que regresa a su base, para así, aprovechar la confusión entre las fuerzas de defensa aérea. De confirmarse esto; podría indicar una nueva variante de una táctica empleada por múltiples grupos no estatales para aprovechar la incertidumbre sobre la identidad de los drones, por lo que de confirmarse esta confusión y el uso deliberado de esta táctica por parte de las fuerzas atacantes, sugeriría una importante innovación táctica por parte de los atacantes en respuesta a las prácticas estadounidenses.
Más allá de la proliferación de aeronaves, el aprendizaje táctico de los atacantes presenta un desafío particular para las defensas aéreas.
En ese sentido; podemos observar que grupos terroristas suelen mostrar una innovación notable en sus tácticas y medios de ataque.
Los carteles de la droga mexicanos por ejemplo; cuentan con suficientes recursos para adquirir nueva tecnología y contratar personal calificado ya que su enorme capacidad y disposición para innovar es necesaria para sus fines estratégicos.
Podemos inferir que los grupos que utilizaron drones con éxito; no solo adquirieron más y mejores drones, sino que también parecen haber dedicado una atención considerable a observar y aprender de sus homólogos, de este modo, han demostrado su capacidad para adaptarse a los cambios en las posturas defensivas y han respondido con nuevas acciones técnicas y tácticas.
Reciamente en Sinaloa se ha descubierto algo definitivamente novedoso para México, los Drones de Fibra Óptica usados en la guerra de Rusia y Ucrania, aparatos no tripulados que vuelan y se operan mediante un cable de fibra óptica, en lugar de señales de radiofrecuencia, son indetectables por bloqueadores electrónicos y ofrecen transmisión de video en alta calidad sin interferencias, definidamente es un hallazgo que marca un antes y un después en la guerra de drones en México, por lo tanto, las contramedidas y respuestas a estos ataques con drones deben tener en cuenta esta propensión a la innovación, más allá de pensar en los sistemas de defensa aérea o inhibidores de señal, se requiere de una estrategia con mayor uso de los sistemas de inteligencia para obtener el conocimiento sobre cómo estos grupos utilizan los drones, qué buscan lograr con ellos y cómo innovan en su uso, quienes los entrenan y como adquieren los equipos o su ensamble y fabricación ya que esto es clave para contrarrestar esta amenaza.
En ese sentido; los drones han pasado de ser un apoyo militar, agrícola, cinematográfico, policial y de protección civil a convertirse en protagonistas de la guerra híbrida, por su bajo costo y autonomía, se han transformado en el equilibrio del poder.
Es cierto que la capacidad de cambio, innovación y reinvención ha entrado en un punto acelerado de desarrollo y el posicionamiento de la Inteligencia Artificial, la robótica y el desarrollo tecnológico de doble propósito, sumados a la falta de personal humano para librar las guerras, han establecido nuevas condiciones para enfrentar los conflictos.
Cada vez es más desafiante para los ejércitos reclutar soldados; por ello, la tecnología se convierte en el factor fundamental para las guerras del presente y del futuro.
En ese sentido; en los escenarios de conflicto del presente siglo, han aparecido de manera determinante los drones autónomos, que también, están redefiniendo la guerra híbrida.
La ofensiva desarrollada por Ucrania; en este año 2025, utilizó drones orientados por Inteligencia Artificial que destruyeron bases rusas a unos 4 mil 200 km. Este hecho marcó un hito y punto de referencia en el contexto de la lucha asimétrica.
Desde enjambres coordinados; hasta ataques de alta precisión, todos diversificados en las tácticas de inteligencia y nuevos dilemas éticos, hacen que la proliferación de estas armas en los conflictos actuales y la inteligencia sean cruciales para la supervivencia de las naciones en un escenario en el cual la tecnología y la estrategia convergen.
Los conflictos entre Rusia y Ucrania, e Israel e Irán y en América Latina done el Crimen Organizado – Terroristas pelean contra grupos rivales y contra las fuerzas del orden y militares, han sido campos de prueba para las tecnologías autónomas.
Son escenarios de mayor desarrollo en el menor tiempo posible, al tiempo de convertirse el campo de batalla en el laboratorio por excelencia de los drones.
A pesar de que los drones la mayoría de las personas solo los identifican como aéreos, su desarrollo en otras condiciones como terrestres y las marítimas y fluviales, también ha evolucionado notablemente, por lo que el mundo observa con atención estas tecnologías, tanto gobiernos, como actores no estatales.
Así los Drones son vehículos no tripulados aéreos, terrestres o marítimos y pueden ser controlados de forma remota o mediante inteligencia artificial.
Estos dispositivos tienen capacidades que van desde la vigilancia, transporte, hasta el combate y también se utilizan en acciones logísticas.
En guerras híbridas, los drones ejecutan operaciones de ataque con precisión quirúrgica, sin intervención humana, su desarrollo ha avanzado hasta formar enjambres coordinados por Inteligencia Artificial, capaces de tomar decisiones y adaptarse ante la pérdida de unidades o interferencias externas.
Una de las características clave de los drones es su bajo costo y esto ha permitido que actores no estatales, los usen con eficacia en el campo de batalla, incluso, pueden desafiar a superpotencias o a instituciones militares y policiales, ejemplos de esto, se han visto en países de Asia y África así como México y Colombia, toda vez que el acceso a esta tecnología ha cambiado el equilibrio de poder y ha ampliado su alcance a actores no estatales, incluidos narcoterroristas y grupos subversivos.
Los grupos terroristas y los criminales, generalmente tienen una ventaja evolutiva distintiva sobre los ejércitos convencionales y las agencias encargadas de hacer cumplir la ley, instituciones sobrecargadas de burocracia; por lo que es probable que este ritmo de innovación y adaptación, siga siendo un desafío para la adaptación y la lucha contra las amenazas de los drones en nuestros países.
Mientras tanto en México, la frontera de Chiapas con Guatemala; acaba de ser reforzada con nuevo equipo por parte de las Fuerzas de Seguridad Federal y Estatal, se trata de una flotilla de drones artillados con capacidad de respuesta, tanto en vigilancia como en emergencias.
Durante la presentación también se informó de la incorporación de dos unidades KANAN, centros de comando para su operación en zonas remotas. Además, se adquirió un perro robot diseñado para labores tácticas.
También en Zacatecas recientemente se inauguró la primera etapa del Centro de Coordinación, Comando, Control, Comunicaciones, Cómputo e Inteligencia (C5i), una obra de infraestructura con inversión de casi mil millones de pesos.
El C5i cuenta con más de 6 mil 500 metros cuadrados de construcción y tecnología para fortalecer la seguridad pública. Entre sus componentes se incluyen una plataforma de análisis forense, dos drones de largo alcance y la modernización de tres subcentros en Jerez, Fresnillo y Río Grande.
Se instalarán 18 puntos de monitoreo en municipios estratégicos, un arco carretero con videovigilancia y cámaras LPR, además del mantenimiento e integración de la infraestructura de comunicación.
Entre toda la inversión, destacó la presentación de un “Robot táctico” diseñado para ingresar a espacios de difícil acceso.
Según el gobierno, el robot canino tiene capacidad para portar armas y realizar rescates en situaciones de crisis.
